Tiririca, el segundo diputado más votado de Brasil y payaso de profesión, anunció este miércoles que abandona la carrera pública por estar "enfadado" y "sentir vergüenza" de los bastidores del Congreso nacional.
"Lo que yo vi en estos siete años aquí, salgo totalmente con vergüenza. No voy a generalizar, no son todos", lanzó en el que fue su primer y último discurso, ante una Cámara casi vacía.
Con frases como "¿Tú sabes lo que hace un diputado federal? Yo tampoco sé, vota por mí que te cuento" y el eslogan "Peor de lo que está, no queda", Tiririca arrasó en las urnas en 2010 y se convirtió en el diputado más votado de aquellas elecciones con más de 1,3 millones de apoyos. En 2014, Francisco Silva, su nombre real, fue segundo con un millón de votos.
Ya en la Cámara, se pronunció a favor del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff en 2016 y este año apoyó dar curso a las denuncias de la Fiscalía General contra su sucesor Michel Temer.
"Sería hipócrita si yo saliese de aquí y no dijese realmente que estoy decepcionado con la política brasileña, decepcionado con muchos de ustedes, muchos", afirmó visiblemente emocionado.
En su intervención de menos de diez minutos, Tiririca aseguró que el Legislativo "trabaja mucho y produce poco". Agregó que él mismo no hizo mucho, "pero por lo menos hice lo que me pagan para hacer, estar aquí y votar de acuerdo con el pueblo".
Según un recuento de la prensa en 2016, Tiririca -el primer payaso de profesión electo al Congreso brasileño- fue uno de los tres diputados que no faltaron a ninguna sesión desde 2010.
En el discurso afirmó haber sufrido discriminación de colegas legisladores "con fichas más sucias que palo de gallinero. Tienen más de cinco procesos por desvío de dinero público, y vienen a hablar ¿qué? ¿por ser humilde, del pueblo?".
Más de la mitad de los diputados del Congreso brasileño fueron condenados o responden a procesos judiciales, según datos de 2016 de la ONG Transparencia Brasil.
En la última legislatura, uno de los casos más emblemáticos fue el del exdiputado Eduardo Cunha, quien presidió la Cámara hasta dos meses antes de la casación de su mandato y cumple ahora condena en prisión por corrupción pasiva, lavado de dinero y evasión de divisas.
Popular en Brasil, Tiririca era en la tarde del miércoles uno de los asuntos más comentados en el Twitter nacional.